3/1/2024 - 23:35 - TANDIL
Cuando das algo que posees, lo que das se torna insignificante, porque solo posees aquello que no es ciertamente tuyo. Solo posees aspiraciones y deseos. Nunca podrás poseer aquello que te ha sido dado, nunca podrás poseer lo que no te pertenece.
Que lo que des entonces no sea a base de deseos, pues el deseo es como un motor que impulsa el carro de la búsqueda. ¿Y qué es ir en busca de más, sino la rotunda negación de que ya se es todo cuanto se necesita?
Es por ello que no tengo nada para desearte, ni felicidad, ni prosperidad, ni augurios de que lo mejor vendrá el próximo año. ¿Cómo puedo con tales pretensiones condenarte a un presente sin causa y sin razón de ser? ¿No comprendes aún que siempre es hoy?
Si te proyectas vanamente es lo que vendrá, ¡ay de ti! Sólo la desdicha de la esperanza anidará en tu corazón, más la gracia de la Presencia abandonará para siempre tu morada.
En la vaguedad del tiempo, con sus segundos, minutos, horas, días, meses y años, nunca puede uno sentir la plenitud de estar completo. ¿Cómo es posible sentir saciedad, cuando las exiguas gotas de esperanza nos proponen más y más ansia? ¿Acaso no ves con claridad la tiranía de la insatisfacción en tus deseos?
Ya que nada nuevo acontece bajo el Sol, pues ni un solo segundo de este calendario es en realidad necesario para que el astro rey brille sin cesar, es que no tengo deseos para ti, pues nada mora en el provenir, excepto la ilusión del mañana.
Quizá aún te contentes con la espera y con la búsqueda, pero comprende una última cosa:
¡Lo que embarga de asombro al corazón cuando un nuevo amanecer emerge del horizonte, YA ESTÁ EN TUS OJOS!
A través de Alejandro D. Gatti
Asociación Civil Crea Conciencia
Por un Presente Conciente