25/8/2024 - 19:05 - TANDIL
Amigos de www.abchoy.com.ar tengan ustedes muy buenas tardes. Desde hoy y hasta que esta semanita espiche, voy a entregarles, en tres segmentos, las vivencias que me dejó la décimo primer Feria del Libro de nuestra ciudad. En las dos primeras les parlotearé sobre distintas obras y en la postrera me despacharé con la irrespetuosidad galopante de uno de los “Organizadores” (Es machito, mediocre, ególatra y yo brindo por él). El que avisa no traiciona, y ustedes ya han sido notificados. Stop. Fin del comunicado.
Entrega número 1. Pequeña crítica literaria. Hoy: “Última Cuestiones” de Ana Delia Álvarez.
El pasado sábado 9 de agosto en el marco del evento citado se presentó la nueva novela de la presidente de la Asociación de Escritores de Tandil (ADET), titulada “Últimas Cuestiones”.
Tuve la suerte de ser el locutor de dicha gala. La oriunda de Juárez confió en mí sesera y yo acepté el halago. Y lo hice porque me sentí identificado con el texto. “Últimas Cuestiones” es la ficción que me hubiese gustado escribir.
A mí me cautivan los autores que innovan, que se juegan. No me gustan los que, desde el primer renglón, se descubren de manera tradicional, o sea con un inicio, nudo y posterior desenlace.
Puedo expresar entonces que: “Ultimas Cuestiones” es una novela (en términos legales) que sienta jurisprudencia. En este caso en la literatura del pago chico.
Días atrás alguien que leyó el libro me preguntó: ¿Es original esto de contar una historia con la figura machacada del literato y una ayudante como protagonistas? Y yo le contesté que SI, así, sin dudas, SI A RAJATABLA.
Hace unos años el maestro mendocino Braceli (autor de más de treinta libros amigo de Ray Bradbury, Borges y Fangio entre otros) escribió “Argentinos en la Cornisa”, una selección de entrevistas a famosos. Don Rodolfo descubrió, en cada uno de ellos, a personas cornisas; pero no los describe desde el adorno arquitectónico edilicio, más bien usa la cornisa como un rasgo personal, una manera de ser y de una actitud sostenida de cada persona en esto que llamamos vida.
Los “cornisas” asumen su rol y lo llevan adelante. Pueden ser Valientes, histriónicos, cobardes, leales, inteligentes, chorros o ignorantes, pero todos sin medias tintas, todos cornisas.
Y ojo al piojo. Con esto no JUZGO a nadie. “Por lo tanto, se puede ser o no ser cornisa sin ser mejor o peor por serlo o por dejar de serlo. Recontradicho y escrito ha sido: cada uno es lo que es: lo que quiere y lo que puede (siempre y cuando haya recibido el tan selectivo privilegio de la alfabetización y del pan de cada día y de cada noche)” (*).
Por eso expongo que Ana es una poetisa cornisa. Traza letras como vive, al filo. Por ende, en este melodrama camina por ese borde, no se sabe hasta qué punto realidad y ficción se unen. Ana entra y sale constantemente de esas lides, juega con los sentimientos que todos tenemos pero los vuelca en sus personajes, que a su vez, son de carne y hueso.
El buen escritor es el que sabe lo que quiere contar y le busca una vuelta de tuerca más. El buen literato es el que pule y recontra estudia su trabajo una y mil veces. Por eso admiro a los cronistas cornisas.
Ejemplos hay de sobra. García Márquez y Cortázar armaban sus libros con esmero, le sacaban punta a más no poder, los afilaban de a poco. Ellos innovaron y no con los personajes, ellos revolucionaron con las ideas. A “Cien años de Soledad” y a “Rayuela”, aún hoy, hay muchos que no las entienden…El Gabo y Julio fueron escritores cornisas. Y Álvarez va por ese camino.
Para ir cerrando. “Últimas Cuestiones” es un ir y venir constante en los sentimientos de un escritor. Esta obra es la representación física y espiritual de esa exploración incansable y milagrosa por la que deambula cada ensayista en el momento único de la creación. La mollera le implota de imágenes, de historias, de anécdotas y no sabe muy bien como darle un orden a todo eso (digamos que es el mal de la hoja en blanco).
Por ende “Últimas Cuestiones” es una novela que se va armando dentro de sí misma. Y también es un hombre frente a los mandatos de su propia alma que amontona historias inconclusas y con estas arma su enmarañado final.
“Últimas Cuestiones (*)” es una modificación a lo pre establecido. Por eso vale la pena ser leída, puede gustar o no, entenderse o no…nadie tiene la verdad absoluta.
Hasta la próxima.
Posdata: Los que quieran conseguir este trabajo se contactan con la autora en estas direcciones: Mail: [email protected] o al Blog: escritora-ana-delia-alvarez.blogspot.com
(*) Frase del autor.
La foto que ilustra estas líneas pertenece a Luis Veloz.
Hugo Alberto Rodríguez
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