26/2/2024 - 09:48 - TANDIL
Algunos años atrás tomé una decisión importante en mi vida, participar activamente en la política. Cuando me pongo a charlar con diferentes personas, suele surgir la pregunta de por qué me decidí a hacerlo, y la respuesta es siempre la misma: “porque me cansé de quejarme, y algo tengo que hacer para cambiar lo que veo que está mal”. Hace un tiempo que siento que este fin de ciclo que se acerca se está tornando denso, se están intensificando los agravios y la incontinencia verbal hacia el insulto es cada vez mayor.
Como la memorable película que llegó este año a la alfombra roja de una de las mecas del cine mundial, el kirchnerismo pretende luchar sus últimos pasos de relato (no modelo) salvajemente.
En breve, explicaré algunas de las cuestiones por las cuales sostengo que este (alguna vez) modelo, se transformó en un relato salvaje. Es difícil poder separar las sensaciones y las ideologías al momento de analizar situaciones, pero pondré lo mejor de mí para intentarlo.
La gota que colmó el vaso fue el #18F, no por la marcha en sí, ni siquiera por lo que muchos marchábamos (esclarecimiento de la muerte de un fiscal de la Nación, miedo, injusticia, impunidad), sino por la reacción que tuvieron, tanto en la semana previa como la posterior, “los soldados de Cristina y la Presidente misma”.
Esas dos semanas cumplieron con su prometido, demostrar lo bajo que se puede caer cuando lo único que resta para sostener es un relato. Lo irónico de esto es cómo quedó demostrado el doble discurso que hace rato está instaurado, pero fue tan abrumador que no hubo manera de minimizarlo, fue como querer tapar el sol con las manos. Existen variados ejemplos donde el “ellos y nosotros” se fue infiltrando en lo cotidiano, en cada charla que uno entabla o escucha, en cada opinión, y acá voy a nombrar algunos de ellos.
Una frase que me llamó mucho la atención al momento de escucharla fue “usan la muerte de un fiscal para política, la marcha es una paparruchada” (Hebe de Bonafini dixit). Le recuerdo a la señora, que se usó y se sigue usando el nombre del expresidente Nestor Kirchner para política, nombrando plazas, avenidas y monumentos por doquier. Es más, la presidente vistió de luto por muchos años, alegando en cada frase su recuerdo. Esta incongruencia que salta a simple vista, deja entrever el concepto de “si es a favor nuestro está bien, pero si nos es contraproducente está mal”, concepto que forma parte del relato del que hablo.
Vagos son los recuerdos donde festejaban las marchas y aplaudían los piquetes, donde el pueblo expresaba sus necesidades frente a la privatización de empresas estatales, los “piquetes de la miseria” (CFK dixit). Eso sí, fuertes son los recuerdos cuando comienzan a denostar la actividad de personas calificadas como los “cacerolos, un acúmulo grotesco de gorilas cipayos manejados telepáticamente por el jefe supremo, Magneto”. Ahora bien, ¿unas marchas se aplauden, vanaglorian y son democráticas y del pueblo, mientras que otras son vendepatrias y golpistas y “de ellos”, según convenga? Seguimos con el relato...
Recuerdo varios adjetivos descalificativos por un proyecto presentado por la problemática de graffitis en nuestra ciudad, o por opiniones en contra de los graffitis que inundan Tandil. En ese entonces surgieron frases que calificaron los hechos como: “prohíben el arte” o “una censura a la libertad de expresión de los sectores populares”. Hace unos días aparecieron graffitis en un local de la Cámpora, y surgieron declaraciones tales como “Esa violencia es el resultado de la ausencia de ideas” o “El PJ Tandil repudia también a los sectores de poder que alientan esas actitudes con falsedades y oportunismos electoralistas. Sectores que han decidido no dar el debate en los espacios que prevé la democracia. Sectores que se mueven en las sombras”. Por supuesto que no estoy de acuerdo con los hechos, y menos con el mensaje grafiteado, pero yo pregunto, ¿los graffitis tales como “fiscales golpistas” o “si la tocan a Cristina, el quilombo que se va a armar”, son de sectores que dan el debate y se mueven por el sol? Cada vez más salvaje se transforma el relato.
Quedan muchas cuestiones por tratar, tales como felicitar por la recuperación de Aerolíneas Argentinas, pero que no sea un bunker de la Cámpora. Felicitar por la recuperación de YPF, pero que no aumente las naftas un 55%. Muchas veces dijeron “hay que respetar la investidura” a lo cual yo respondo: “cuando la investidura nos respete…”. Que la presidente diga: “nosotros nos quedamos con el canto, ellos con el silencio” agravia; que hable de “aloz y petloleo” agravia; que diga que “Harvard no es La Matanza”, agravia. Llenarse la boca con DDHH y que haya muertos por desnutrición, agravia. Que hablen de inclusión y recorten los subsidios a los comedores escolares, agravia. Que la “diabetes es una enfermedad para las personas de alto poder adquisitivo, sedentarias”, agravia. Este relato, que tanto es defendido por los “soldados de Cristina”, queda demostrado que se ha transformado en salvaje, que si no pensás igual, serás agraviado (me sigue haciendo ruido la palabra “soldados”).
No alcanzan las líneas para seguir. Lo que quiero dejar en claro es que la división se está generando hace tiempo, y que cada día que pasa, más grande se hace (o se quiere hacer más grande). Y de esto se trata, de la división interna que estamos sufriendo como Argentinos. No estoy a favor de “la grieta”, eso lo aclaro, es más, creo que es lo peor que nos puede pasar como sociedad, que nos impide avanzar como un conjunto. Una frase que uso mucho es: “si todos tiramos para el mismo lado, más fácil y rápido llegaremos”. Debemos intentarlo, debemos sumarnos a aportar lo que más podemos para que cada día nuestro país sea más grande y con más oportunidades para todos.
Federico Sánchez Chopa