6/12/2023 - 08:46 - TANDIL
Cuando yo regresaba a mi querido Tandil en el año 2002, en plena crisis socio económica del país, comenzaba a su vez una reactivación del turismo interno. En ese momento muchos cocineros que vivíamos y trabajábamos en la ciudad de Buenos Aires, nos fuimos al interior a desarrollar la cocina regional de manera profesional, como ocurrió en Mendoza, Patagonia, Salta, La Rioja.
Los cocineros comenzamos a investigar y promocionar los insumos que ofrecía cada región, acompañándolos con los excelentes vinos producidos en el país. Las regiones vitivinícolas, también encendieron con furor la gastronomía regional, incorporando en sus bodegas, restaurantes, maridando sus vinos con productos del lugar.
En Tandil ya teníamos el salamín y el queso como sello de identidad a nivel nacional, lo que había que empezar a desarrollar, era una cocina que nos identifique, que muestre los alimentos de la región, carnes y verduras frescas sin cadena de frio, donde se prioriza la calidad. Recordemos que cuando la gente está de paseo, unos de esos grandes recuerdos que se llevan es…..uuh!!! te acordas que rico ese cordero, o esas verduras, como estaban cocidas, qué ricas!!!...Bueno por eso la cocina forma parte de nuestra cultura y por supuesto identifica a los pueblos.
Así como el cordero, la trucha, el ciervo, son algunas de las carnes que identifican a la Patagonia, y en las ciudades que dan al Océano Atlántico, su cocina es a base de pescados y mariscos, en Tierra del Fuego encontramos la centolla, en Mendoza el chivito y así a lo largo y ancho de todo el país podemos reconocer platos típicos realizados con los productos locales. En la zona de Mesopotamia, se ha empezado a incursionar con carne de los esteros, yacaré, carpincho, etc….
Por ese motivo, podemos decir que desde la crisis del 2001, el turismo interno revolucionó las cocinas locales, aplicando los insumos de la región para compartir con el turista. Sabemos que al cocinar con insumos de la región, evitamos controlar cadenas de frio y así potenciamos el valor del producto fresco, en cuanto a los sabores y manipulación del mismo.
En nuestra ciudad tenemos “el cerdo“, animal noble si los hay. Además de contar con buenos quesos para incorporarlos en recetas de cocina, carne vacuna, verduras, hierbas, limoneros… etc… En fin, el potencial de Tandil para desarrollar nuestra cocina es increíble….así que les paso una receta……y cocinen, que cocinar alegra el alma…y recuerden que cuando uno cocina, cocina para la felicidad del otro…así que chin chin y disfrutemos del buen comer y beber.
Bondiola braseada con mostaza, miel y soja y vegetales horneados
Sellar en una sartén una bondiola, retirarla y colocarla en una placa un poco profunda.
En esa sartén donde sellamos la bondiola, colocamos aceite de oliva, cebolla cortada pequeña, tres dientes de ajo, dos bulbos de hinojo cortado bien finito.
Una vez transparentadas las verduras, agregamos tres cucharadas de mostaza, tres cucharadas de miel y tres cucharadas de salsa de soja, con un vaso de algún vino generoso. Incorporar esto a la bondiola y taparla con papel aluminio.
En horno moderado, cocinamos durante dos horas y media.
Para la guarnición cortamos berenjenas, zucchinis, tomates peritas en cubos medianos, ajo, tomillo fresco, aceite de oliva, dos o tres cucharadas de azúcar, sal y pimienta.
Cocinar en horno por 50 minutos... luego servir la bondiola con su salsa, se va tiernizar bien, y alrededor los vegetales horneados.
Daniel Eleno
Cocinero. Asesor gastronómico.
e-mail: [email protected]
Tel: 249 154477412
Tandil