25/4/2024 - 16:25 - TANDIL
La brutalidad de la realidad es subjetiva. La realidad limita con la fantasía aunque es "un acuerdo". Lo que parece ser.
Cuándo el ángulo con que se mira e interpreta la realidad es el mismo para un grupo de personas y cómo tal heterogéneas, aunque varíen los matices, estamos frente a la verdad comunitaria.
El encuentro con el otro, nos hace ser menos "yo" y más "nosotros". Un grupo sufre, dilata, resiste durante un determinado tiempo las presiones sociales, económicas, políticas, éticas y morales en pos de continuar interpretando la misión profesional que ha elegido o le han elegido , obligándolos, quienes los gobiernan a la miserable destrucción de su condición básica, "ser personas". Perdiendo sistemáticamente los derechos elementales de libertad individual. Con enfrentamientos irracionales de convivencias nefastas, patéticas, caprichosas e inverosímiles. El patrón voraz marcó el rumbo a seguir aún a costa de hacerles naturalizar mecanismos de incumplimientos de las más elementales leyes laborales.
Todos los actores involucrados sufren las consecuencias de la denigración.
El pueblo, las instituciones públicas y privadas, los contralores del estado, los distintos sectores de la comunidad se vieron beneficiados con un medio de comunicación tan poderoso como Radio Tandil. Muchos de ellos, comenzando por los responsables directos de la empresa, se fueron alejando y quedaron unos pocos al lado de los trabajadores. Quedaron los fieles seguidores oyentes, clientes publicitarios, familiares, amigos, un puñado de colegas, y los buitres que siempre esperaron el derrumbe estrepitoso para lanzarse a la conquista de los" restos" para capitalizar la felicidad de sentir que son más poderosos de lo que son, sin siquiera acercarse a mirar por la ventana a quienes desde adentro y a fuerza de sudor, trabajo, y pasión, siguieron (seguimos) laburando, poniéndole algo más que la palabra.
Nadie desconoce la realidad de la empresa, las consecuencias de las nefastas administraciones. Es hora de comenzar a devolver algo de lo mucho que, como llaman, les dio la Radio Madre.
No. no es insólito que los empleados abran el micrófono para hablar de su realidad, cuando siempre han acompañado a todas las miserias, problemas, conflictos, alegrías, penas, triunfos, de los habitantes lugareños.
Una historia de 45 años, plagada de momentos inolvidables y grandes maestros de la radiofonía, que nos marcaron caminos personales y profesionales. Familias de radio.
Hoy necesitan (necesitamos) de quienes tienen y son factores de poder, de la gente de todos los días, de ex-empleados, de quienes nos dieron vuelta la cara, de los colegas, instituciones, comerciantes, de los políticos, empresarios, profesionales, obreros, radioescuchas, estudiantes.
y no nos da vergüenza gritarlo a los cuatro vientos. Radio Tandil somos todos.